- Área: 2700 ft²
- Año: 2011
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Fotografías:Steve King
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Proveedores: Gessi, Miele, Dornbracht, Benjamin Moore, Caesarstone, Carl Hansen, Dex o Tex, Environment, Escenium HAUS, Franke, Halo, Hansgrohe, Meoded Paint, Milgard, Neo-Metro, SOSS, Thermador, Titus, Type V-N, Western Integrated, +1
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Nakahouse es la remodelación abstracta de una casa de 1960, situada en una colina en Hollywood Hills, justo debajo del famoso letrero de Hollywood. En sus vistas sur y oeste se observa el cañón Beechwood, mientras que al este hay un barranco natural protegido, con vista del Observatorio Griffith Park en la distancia.
La casa existente se construyó como una serie de espacios en terrazas interconectados a través de la pendiente. Debido a restricciones geotécnicas, de zonificación y de presupuesto, las bases y la huella del edificio se mantuvieron en el diseño actual. Sin embargo, el interior se reconfiguró por completo y el exterior se abrió a las vistas de la ladera y la belleza natural de los alrededores. Se agregó una gran terraza para unir la cocina/comedor con la sala de estar, con una escalera de acero que conduce a una terraza en la azotea. También se agregaron terrazas en los dormitorios para extender los espacios interiores a través de paneles deslizantes de vidrio de altura completa que desaparecen en las paredes adyacentes cuando se abren.
Las paredes exteriores están terminadas en un sistema de yeso venteciano Meoded negro liso, diseñado para representar el edificio como un objeto escultórico singular ubicado dentro del exuberante entorno natural. Una serie de espacios abstractos interiores y exteriores con vistas enmarcadas a la naturaleza se representan en superficies blancas de diversos materiales y acabados; gabinetes lacados, pisos y cubiertas de resina epoxi y metal pintado.
El contraste entre el interior y el exterior de la casa es intencional y total. Mientras que el exterior se percibe como un objeto finito e irregular, específico en el paisaje, ocurre lo contrario dentro de la casa. Una vez dentro, la multitud de superficies blancas combina las habitaciones, extendiendo la sensación de espacio y creando una atmósfera elevada y abstracta desde la cual experimentar las variadas formas del paisaje de la ladera.
